Educación transpersonal: El tiempo y el espacio
Antes, el
progreso se explicaba como una sucesión de hechos que en
alguna forma, los sucesos anteriores daban la
explicación de los posteriores como si se tratara de una
cadena de razonamientos lógicos. Como consecuencia
aparecen grandes métodos de interpretación para los
sucesos y la historia; correlativamente a estas
explicaciones surgieron los grandes sistemas políticos.
Hoy, los hechos se superponen unos sobre otros a gran velocidad y es casi imposible que el individuo se identifique con ellos y con las causas que lo producen, menos todavía. Ven como "malo" aquello que interfiere en su estado ordinario y como "bueno" aquello que favorece sus deseos y percepciones, respondiendo mas totalitariamente cuanto más rudimentario y elemental es el sujeto.
Esto se
debe, a que el factor tiempo se hace casi imprevisible
hasta para las ciencias más reputadas de positivas como
la Física o las Matemáticas, que hablan incluso de
"variables desconocidas" que a veces se
insertan en los sucesos y cambian el curso previsible de
los mismos, sobre todo cuando se quieren hacer
previsiones a largo plazo.
La historia
se acelera y los sucesos nos ahogan y se multiplican
apareciendo situaciones que no han podido ser previstas
por los sociólogos, economistas o historiadores. Estos
factores "no previstos o variable desconocidas"
hacen que el escenario en el que nos movemos fluctúe, se
haga inseguro y cambie con una velocidad no conocida
hasta ahora.
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| Buscando la fórmula |
El espacio
también ha cambiado, es seguro que el planeta siempre
tuvo los mismos límites físicos, pero nuestra
percepción de los mismos ha variado. Las tecnologías,
sobre todo, las aplicadas a la comunicación,
información y transporte, han sido las grandes
protagonistas de este hecho.
Conocemos no
solo los nombres de todos los líderes mundiales, sino
también sus rostros, sus viviendas, sus familias etc. O
como dice Augé: "Los reconocemos". Todos
tenemos conocimiento de todos, y si esto no era
suficiente, ha aparecido un nuevo espacio donde podemos
obtener información de cualquier cosa o sobre cualquier
tema e introducir la nuestra propia pudiendo interactuar
con individuos de cualquier rincón del planeta.
No importa
donde vivamos, ni la clase social, ni los conocimientos
que poseamos. Todo ha hecho que el espacio se reduzca o
se amplíe, según se mire, hasta tal punto, que ya se
empieza a pensar que estas dos variables de tiempo y
espacio son la misma cosa con funciones diferentes. De todas
formas, sea o no la misma, quien las une e identifica no
es otra cosa que el ego, es decir el principio
inteligente.
Al hombre de
nuestros días, le repugna la homogeneización y por otra parte no puede vivir sin ciertos comportamientos masificados, a pesar de ello siempre
está cultivando "sus diferencias", quiere ser diferente dentro de esa masa que él adora, necesitando la aprobación de la misma y a la vez destacar en ella. En este
cultivo, no hace falta ser un gran psicólogo, lo que el
individuo está buscando es precisamente el vínculo de
su identidad, y este vínculo siempre es curiosamente lo que le
homogeneiza con los demás aunque él lo ignore.
Ese
vínculo, según algunos, es entender que la humanidad es
un solo cuerpo, una sola mente que tiene capacidad para
unir el espacio y el tiempo y darse cuenta de que ella
(considerada como un todo) es el lugar donde estas dos
variables se unen vertical y horizontalmente y pueden
encontrar sentido.
No es otra
cosa que comprender los antiguos mitos a la luz de la
razón pura que algunos han dado en llamar intuición y
los orientales budi. Ya hay quien lo denomina
conciencia planetaria, que es un auténtico sistema
formado por energías en continua transformación y
movimiento y que somos nosotros mismos. El espacio sería
la energía que nos cohesiona a todos juntos y el tiempo
el impulso que provoca el movimiento hacia algún destino
que conoce solamente esa inteligencia, o sea el hombre.
..... el hombre perfecto, pero eso está aún muy lejos,
aunque puede que ya se esté al borde del primer
escalón.
Este,
todavía, desconocimiento del fin de la humanidad es lo
que causa el aparente caos y que solemos vivirlo como una pérdida de
identidad.
Por: Manuela Benavente M. (Antropóloga)
Colaborador/a de https://estudioyaprendo.online
Buena reflexión
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